Cita con El Ampurdán en Mas Torrent

El Ampurdán (Empordá en catalán) es una comarca bien definida, con personalidad. Es un país, si entendemos correctamente a uno de sus ilustres hijos, Josep Pla. El otro es Dalí.

Desde la base de Mas Torrent o desde el parador de Aiguablava, sobre el Mediteráneo que se oye en la cama, se puede recorrer en unos días de calma estas tierras y esta costa de acantilados o playas. Disfrutar del buen comer y de la calma, como en Pals, si huimos del verano vacacional. Se puede y se debe visitar la casa museo de Josep Pla en Palafrugell y visitar algunos de sus espaciosy paisajes. Hay una propuesta de ruta que entregan en la Fundació Pla. Si, por seguir a Dalí, se va hasta Portlligat, una excursión aconsejable con calma, hay que comer el arroz en el puerto. Y en territorio también de Dalí, en Figueres, el restaurante Empordá, a donde acudía Pla.

Mas Torrent está integrado en Relais Chateaux, lo que equivale a una de las mejores garantías como restaurante y como hotel. El establecimiento ubicado en una masía en plena campiña del Ampurdán responde a esa exigencia.Son muy pocos los establecimientos en España integrados en esta cadena. En Galicia hay únicamente uno en Santiago, hotel y restaurante Quinta da Auga.

Mas Torrent
Fachada de Mas Torrent, con el restaurante principal a la derecha (Foto: Mas Torrent)

Era tiempo ya de guisantes cuando estuvimos en Mas Torrent, como lo es ya ahora, donde la huerta cuente con el clima adecuado. Hubimos de tomarlos con butifarra. Espléndidos. Se diluían prácticamente solos en la boca. Intenso color verde y sabor a naturaleza viva. Buena combinación la de los guisantes y la butifarra. Una butifarra suave; no anulaba a los guisantes.

La noche anterior estaban en la carta acompañados con foie, pero a la hora del almuerzo, al día siguiente, no pudimos probar aquel plato que nos pareció por presencia y combinación algo llamativo, que pedía pedirlo a la mesa. Hay que subirse al tren cuando pasa. Aconsejados por el segundo maitre, Miguel Ángel, un hombre de Ávila que lleva muchos años en Cataluña, tomamos carne de una producción vacuna autóctona de Girona. Perfecta. Fue otra novedad esa calidad de la carne. Si un hombre de Ávila, y además profesional, aconseja a un gallego carne de un territorio diferente debe seguírsele el consejo. Si usted me lo admite, pruebe en la primera ocasión que se le ofrezca la carne de vacuno de Girona. No es la mejor del mundo, pero es una excelente carne entre las que se ofrecen por España adelante. Y, hasta donde conozco, no tiene nombre fuera del territorio propio. Hay que probarla.

El vino fue de aquellas tierras por indicación nuestra. Es una exigencia para quien viaje para conocer y experimentar. La elección la hizo el sumiller Pere Palmada. Un excelente conversador, didáctico en sus explicaciones, amante de la cocina y del vino mucho más allá de lo que sería su obligación profesional. Nos sorprendió por su conocimiento de don Álvaro Cunqueiro y de algunos vinos gallegos. Nos ofreció un buen vino de Perelada, a un precio más que razonable, y que iba como perfecto acompañante, tanto para los guisantes con butifarra como para el solomillo, suave, a la plancha.

Un detalle no menor fue la posibilidad de poder tomar un porto seco como aperitivo. ¡Qué lástima que en Galicia no sea posible! Y con Portugal aquí al lado...

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