La fibra aviva la competencia para reducir la brecha digital del rural gallego

El cierre de las centrales de cobre de Telefónica deja usuarios sin servicio durante días con la migración a la fibra u otras tecnologías sin completar. "Pedimos que cumpran a lei. Non poden cortar a liña en aldeas sen conexión", sostiene la Confederación Galega de Asociacións Veciñais Rosalía de Castro
Técnico instalador de fibra óptica. Adamo
photo_camera Técnico instalador de fibra óptica. Adamo

Lejos de desarrollarse de una forma ordenada, el caos y el trato en muchos casos deficiente a los consumidores está marcando el salto definitivo de la red de cobre de Telefónica a la fibra óptica en el rural gallego. En una comunidad en la que la cobertura móvil sigue teniendo lagunas, son varios los hogares que se quedan sin línea de un día para otro sin contar con el respaldo de una tecnología alternativa, incluso antes de la fecha comunicada por Movistar para el cierre definitivo de la central de cobre que durante años dio servicio a su zona. Para estos usuarios desconectados, solicitar una cita en el centro de salud, recibir atención médica por teléfono o, en el peor de los casos, llamar a los servicios de emergencia puede convertirse en una odisea si, además, falla la cobertura móvil.

En este escenario, pequeños operadores alternativos están emergiendo para aportar soluciones de fibra donde las grande multinacionales no llegan, aprovechando los programas de ayudas financiados con fondos Next Generation. Algunos exponentes en Galicia son Avatel, Adamo, Áurea Telecom, Pizpireta Telecom, Evoa, Grelo, Toxo Telecom, Finetwork, IT Sarria, Eume Telecom, A Túa Xanela, Itegal o viejos conocidos como R (MásMóvil), que se abren paso en el mercado con ofertas competitivas. Varias de estas compañías tiene acuerdos con Rede Aberta, que está desplegando redes de fibra óptica (FTTH) neutra, dando cobertura a más de un centenar de concellos de las cuatro provincias, y con la previsión de llegar a 500.000 hogares, un objetivo que ya ha completado al 50%. Participada por el fondo CEBF —que cuenta con financiación de la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y entidades financieras de Francia, Alemania e Italia y cuyo cometido es apoyar a startups o pequeñas empresas que mejoren la conectividad del rural—, esta firma compostelana presta solo servicios de red neutra. Esto implica que el usuario debe contratar luego internet con el operador de telecomunicaciones de su elección. "Por haberse adjudicado el Plan Único de 2022 y 2023 en algunas provincias gallegas, empresas como Rede Aberta pueden tener cobertura en zonas en las que Telefónica no la tenga", indican fuentes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En Galicia, operadores de fibra como Rede Aberta "pueden tener cobertura en zonas en las que Telefónica no la tenga", señala la CNMC

Aunque la profusión de nuevas compañías con ofertas jugosas de servicios de fibra, móvil, fijo y televisión puede generar cierto recelo entre los usuarios, el superregulador sostiene que, "a priori, no existen motivos para desconfiar, puesto que las telecomunicaciones se prestan en régimen de libre competencia". El organismo incide en que el objetivo perseguido por la regulación "ha sido precisamente que surjan operadores que puedan hacer competencia al operador histórico", Telefónica.

Hasta el pasado día 25, se habían desconectado 2.911 centrales de cobre en el marco de un proceso que arrancó en 2015 y que culminará en 2026, según el calendario pautado entre la CNMC y Telefónica, que en su día desplegó la red en régimen de monopolio, facilitando luego el acceso a otros agentes a cambio de un alquiler.

LAS OPCIONES. Competencia detalla que, antes de que llegue la fecha de cierre definitivo, los operadores deben avisar a los consumidores afectados para ofrecerles un servicio alternativo al cobre. Desde el convencimiento de que "ninguno está interesado en perder clientes", el organismo encargado de velar por el buen funcionamiento de las telecomunicaciones expone que Movistar (la marca principal de Telefónica) "hace uso mayoritariamente" de su red de FTTH hasta el hogar, aunque en zonas del rural sin despliegue puede ofrecer "servicios de acceso fijo radio" o, si "la cobertura móvil no es satisfactoria", por satélite.

En un escenario en el que Telefónica quiso hacer coincidir gran parte del proceso de transición con su centenario el pasado 19 de abril, son varios los clientes gallegos que se han quedado sin línea por no haberse completado la instalación de la fibra. Todo ello pese a que la multinacional tiene en su mano pedir a la CNMC aplazar el cierre de centrales o incluso de unidades de red menores, previa justificación.

En algunas poblaciones, una vía de escape a la desconexión es recurrir a los operadores alternativos, algunos de los cuales ofrecen la fibra mediante su propia red, con acuerdos comerciales con terceros o "mediante acceso al servicio regulado sobre la red de Movistar". Si todo esto falla, también pueden proponer migrar a la tecnología de radio o satelital. En el caso gallego, donde no llega el cable FTTH, la CNMC constata que contratar el acceso radio con Vodafone puede ser una opción, pues "puede tener mejor cobertura móvil" que Telefónica en algunas áreas al haber sido beneficiario de unas ayudas para extender las redes de telefonía móvil en núcleos rurales y aislados que la Xunta resolvió en 2022.

"Pedimos que cumpran a lei. Non poden cortar a liña en aldeas sen conexión"

Son múltiples las llamadas que la Confederación Galega de Asociacións Veciñais Rosalía de Castro ha recibido de consumidores de aldeas de Lugo y Ourense que se quedaron desconectados tras el apagón del cobre de Telefónica. "Están deixando a xente maior sen fixo e sen internet, en moitos casos onde non hai cobertura móbil", censura el presidente de Cogave, Fernando Rois. Su mensaje es claro: "Pedimos que cumpran a lei. Non poden cortar a liña en pobos que non teñen conexión".

 La organización se ha unido a la confederación española CEAV para hacer valer la obligación de las compañías de ofrecer servicios transitorios en lugares donde no haya concluido el despliegue de la fibra. Esperan respuesta del ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá.

900 23 11 23: Es el teléfono gratuito del Instituto Galego do Consumo e da Competencia (IGCC) para efectuar consultas. Fuentes de la Xunta señalan que, por ahora, las reclamaciones presentadas por estos casos son pocas, aunque sí están recibiendo llamadas. También se puede acudir a las oficinas o recurrir a la web.

¡Ojo! Las condiciones del contrato, por escrito

El IGCC insiste en que hay que "solicitar por escrito as condicións de contratación" y "gardar a publicidade ofrecida". En caso de incidencia, lo primero es reclamar ante la empresa. "Se non contesta ou a resposta non é satisfactoria para o cliente", lo siguiente es acudir al IGCC. En el primer trimestre, las telecomunicaciones centraron 1.747 consultas y 1.102 reclamaciones, abriéndose expedientes sancionadores por 115.000 euros.

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