Las hogueras ilumina Galicia en unha noche 'meiga'

Las sardinas, el fuego y las flores son las protagonistas de una fiesta que se celebra en cada rincón de la comunidad ► Más de 150.000 se congregaron en las playas de A Coruña

Las celebraciones de la noche de San Juan se suceden por cada rincón de Galicia. Sardinas, churrasco, panceta... Diferentes menús que se mezclan con el fuego en una noche meiga. Más de 150.000 personas han disfrutado de la fiesta en A Coruña, una de las celebraciones más multitudinarias de la comunidad.

La fiesta de San Xoán siempre es especial en la ciudad herculina y este viernes, como cada año, empezó a primera hora con el reparto de las clásicas hierbas, que de noche duermen en un agua que por la mañana purificará la piel de los gallegos.

Las playas de la ciudad son el centro de un festejo que ya por la mañana concentra a multitud de jóvenes que reservan su pequeño espacio para pasar una noche entre amigos a luz del fuego mágico de los centenares de hogueras.

No todo está en los arenales, lejos de la costa, los coruñeses arrancaron la celebración a media tarde en los barrios, con churrasco y, sobre todo, sardinas que ya tienen el sabor perfecto para hacerlas a la brasa.

Por San Juan, la sardina moja el pan; dice el dicho popular que recuerda la grasa que desprenden estos sabrosos peces que hoy han servido para coger fuerzas antes de saltar las llamas.

Los barrios han estado atestados de gente todo el día, con las terrazas llenas de parrillas que copaban las aceras y varios puntos del centro, como la plaza de España, han contado con música en directo para animar a centenares de personas.

Ya cerca de la medianoche, los coruñeses, y visitantes, han acudido en masa a contemplar el espectáculo pirotécnico que ha dado el pistoletazo de salida al encendido de cientos de hogueras, en especial en las playas de Riazor y Orzán. En la primera ha ardido la falla, que ha encendido la primera campeona de España profesional de boxeo, Marta Brañas, una coruñesa de Arteixo que ha disfrutado de la fiesta como una más.

Con la falla se ha quemado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un toro mecánico agarrado por un hombre con el atuendo típico mexicano. Una "meiga" sostenía, asimismo, un bote que tenía escrito "Mel de Primera" -con un juego de palabras entre la traducción de miel al gallego y el entrenador del Deportivo, Pepe Mel-, al que estaba agarrado un jugador del conjunto coruñés.

Junto a estos motivos también estaba un pulpo que se ha quemado junto al resto de simbolismos y justo antes de que el fuego mágico llegase a todos los puntos de la ciudad, como si de un gran incendio, de los sanos, se tratase, y con una coordinación envidiable.

Riazor y Orzán rápidamente se han teñido de naranja y el calor abrasador ha llegado al paseo marítimo, con más de 150.000 fieles que atestaban la bahía de la cuidad.

Y ya con las hogueras convertidas en brasas llegó el turno del ritual más antiguo y respetable de la ciudad: cada asistente ha tenido que saltar las llamas varias ocasiones para garantizar un año que, según la superstición, será perfecto.

La tradición dice que con el solsticio de verano hay que purificar el espíritu y eso lo respetan cada año en A Coruña, donde la noche más mágica del año es eterna e inolvidable hasta que vuelva a ser San Juan.

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