La caballa no muerde el anzuelo y entra menos a la red, ¿qué le pasa a la especie?

Con este van ya tres años consecutivos en los que la flota de artes menores gallega sufre para pescar caballa. No muerde el anzuelo. Las embarcaciones no son capaces de agotar el cupo del que disponen cuando siempre se quedaba corto, e incluso optan por abandonar la campaña porque la especie no pica. Parece haberse vuelto escurridiza. "Antes pescaban moitísima, pero este é o terceiro ano que non consomen a cota", constata Sergio López, el gerente de la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela, donde más xarda se descarga y se vende en lonja de toda Galicia.

Una realidad de la que también da cuenta el patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cafradías de Pescadores, Basilio Otero, que señala que el problema se ha ido extendiendo al cerco y este año al arrastre pese a ser "máis acuciante" para el anzuelo. "Algo cambiou na cabala; a situación foi empeorando e afecta xa a calquera pesquería", cuenta.

¿Por qué hay problemas para pescar caballa en Galicia?

¿Qué es lo que ocurre para que las embarcaciones, sobre todo las más pequeñas, se vean en esta coyuntura con una especie relevante para la flota de litorial? Es la pregunta que se hacen desde la preocupación los profesionales del mar que desde los últimos compases del invierno y durante buena parte de la primavera tenían en la caballa un recurso al que aferrarse con solo lanzar el anzuelo o la red. Hay varias hipótesis pero ninguna respuesta con base científica para despejar la incógnita. Entre las posibilidades con las que se especula destacan tres: que sea una cuestión cíclica, un efecto del calentamiento del agua o consecuencia de la mayor presencia de depredadores. "Ou un cúmulo de varios factores", señala Sergio López.

Respecto a esta última teoría, la cada vez mayor abundancia de voraces atunes como el rojo o el blanco supone una amenaza para la caballa. Puede ser que la asusten y opte por moverse por zonas en las que se sienta a salvo o que directamente la devoren. Además del atún, también hay cada vez más cetáceos como delfines, orcas o ballenas que acechan. E incluso merluza, un depredador nocturno que puede llegar al canibalismo.

Respecto a la hipótesis del cambio climático como causa, ¿podría la subida de la temperatura del agua estar detrás de la huida del verdel? Quizás afecte a su supervivencia, a la alimentación o a la reproducción, que no dejan de ser los objetivos por los que la especie se mueve en grandes bancos desde el norte hacia el Cantábrico. Suele habitar en aguas medias o cerca de la superficie pero, ¿y si estuviera optando por desplazarse hacia profundidades mayores?

Basilio Otero explica que el problema con la caballa "non é unicamente galego", sino que también lo padece la flota asturiana, cántabra e incluso vasca, donde la especie es más abundante. Casi todos los arrastreros de Burela llevan tres años desplazándose allí, y este año barcos de artes menores fueron a Santander a probar suerte. 

A falta de xarda –haberla hayla pero no pica–, a la flota no le queda más remedio que tirar de otras especies. La de artes varias se dedica a otras habituales durante el año, como puede ser el salmonete, y muchas también están optando por el bonito. Para cerco y arrastre, tras la campaña de la caballa llegan bocarte y sardina.

Menos kilos e ingresos en A Mariña

Si hay una zona de Galicia donde pueden corroborar que la costera de la caballa ya no es lo que era esa es A Mariña, que copa el 65% de las ventas en lonja por volumen este año. El gran epicentro es Burela. La xarda es, junto a la merluza del pincho y el bonito del norte, una de las principales especies de la lonja que gestiona ABSA. El podio de lonjas por las que más verdel pasa lo completan A Coruña y Ribeira.

Lo que la flota vive en el mar se refleja en las estadísticas de primera venta. Las 4.505 toneladas de caballa comercializadas el año pasado en Galicia suponen un 38% menos que en 2022 y los datos apuntan a otro descenso este año, con 3.581 toneladas. Esto se traduce en una caída de los ingresos a más de la mitad, según Pescadegalicia.

Este año en la lonja de Burela se subastaron 1.488 toneladas de xarda. Allí es donde hacen sus descargas buques de toda Galicia y la cornisa cantábrica.