BMW inicia estos días la comercialización de la segunda generación del X2, un modelo que crece en tamaño y adopta nuevos diseños, pero que también destaca por la diversidad tecnológica de la gama, ya que se podrá elegir entre dos motores gasolina y diésel de 300 y 150 caballos; dos microhíbridos, también gasolina y diésel, de 170 y 163 caballos, y una mecánica eléctrica –denominada iX2– en variantes de 204 o 313 caballos, con hasta 449 kilómetros de autonomía.
El nuevo X2 presenta importantes cambios estéticos y técnicos con relación a la anterior generación. De hecho, se trata de un coche de mayor tamaño –mide 4.554 milímetros de largo, 194 más–, crece la distancia entre ejes y, por tanto, ofrece una mayor habitabilidad para los pasajeros, al tiempo que el volumen del maletero parte de los 560 litros, pudiendo llegar hasta los 1.470 si se opta por abatir los respaldos del asiento trasero.
El nuevo frontal es otro de los rasgos estéticos que llaman la atención, con una parrilla de forma casi hexagonal, que llega por primera vez a uno de los vehículos de la marca de este segmento y que, además, en el caso de las versiones eléctricas tiene la posibilidad de poder iluminarse. También la zaga ha sido rediseñada con el fin de potenciar su aspecto más dinámico y deportivo.
Esas mejoras externas tienen continuidad en el interior, siendo también un vehículo mucho más tecnológico y con un mayor número de servicios digitales.
La función de tablero de instrumentos la hace una gran pantalla, denominada BMW Curved Display, con una impecable presentación estética. Pero realmente lo llamativo del sistema es el asistente personal inteligente, que permite realizar prácticamente cualquier función con órdenes vocales de forma totalmente natural. En todo caso, la pantalla también es totalmente digital y se complementa con un panel de mandos integrado en el apoyabrazos delantero central, de tipo flotante.
Como es habitual en la marca, los acabados y materiales utilizados en el interior son de una gran calidad, ofreciendo una imagen agradable y refinada. Un buen ejemplo de este cuidado por el detalle son los asientos delanteros, muy confortables, y disponibles con una composición de cuero vegano como alternativa a la tradicional tapicería de tela.
Por lo demás, el equipamiento se completa con el climatizador automático de dos zonas, el sistema de navegación BMW Maps, volante deportivo de cuero, cuatro puertos USB-C y dos tomas de corriente de 12V que se reparten entre la consola central y el maletero.
El número de sistemas electrónicos de ayudas a la conducción también ha aumentado significativamente con respecto a su predecesor. Entre todos ellos, destacan la última evolución de la advertencia y prevención de colisión frontal, el control de velocidad de crucero adaptativo, información sobre los límites de velocidad o el mantenimiento y aviso de cambio involuntario de carril, entre otros muchos.
La versión de acceso a gama, la MHEV 2.0 de 163 caballos y cambio automático de siete velocidades, está disponible desde los 49.200 euros. Por su parte, el iX2 con motor 100% eléctrico de 204 caballos de potencia y autonomía homologada de hasta 478 kilómetros tiene un precio de partida de 50.500 euros.
