Hijos de Rivera crea su tercera marca de cervezas: Lupia, con lúpulo 100% gallego

La nueva marca de cerveza de Hijos de Rivera, Lupia. Europa Press
Hijos de Rivera lanza una nueva marca 30 años Es la hermana de Estrella Galicia y 1906, fruto del proyecto de recuperación del cultivo de esta planta que se inició hace dos décadas. El grupo busca marcar la diferencia primando el impacto positivo para diferenciarse en el mercado con una cerveza "con propósito"

Nuevo hito en la historia de Hijos de Rivera. Su familia de cervezas crece con una tercera marca. Estrella Galicia –la primogénita, con la que comenzó su andadura hace 118 años– y 1906 –lanzada hace algo más de tres décadas– tienen una nueva hermana.

La compañía gallega la ha bautizado como Lupia, un nombre que tiene mucho que ver con su gran elemento diferenciador: se elabora con lúpulo cien por cien gallego, procedente de los campos en los que, desde hace 20 años, florece el proyecto impulsado por la empresa para recuperar el cultivo de esta planta trepadora cuya flor es la encargada de aportar a la cerveza su peculiar amargor.

El grupo escribe así un nuevo capítulo en su trayectoria, con el lanzamiento al mercado de una nueva referencia con la que, más que reforzar su negocio desde el punto de vista económico, busca alimentar su propósito de generar un impacto positivo en "su origen, las personas, sus aliados y el planeta".

De hecho, no supondrá ni el 1% de sus ventas, pues la disponibilidad de lúpulo de cosecha propia es limitada, pero le permitirá marcar la diferencia y crear una nueva categoría de cerveza en el mercado nacional. "Dar un puñetazo en la mesa y decir lo que somos", así fue como sintetizó ayer el presidente de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, la razón de este nuevo lanzamiento, el segundo de su generación en esta empresa familiar con raíces en A Coruña.

La cosecha marcará el volumen

La marca viene para quedarse y sus cervezas serán como ediciones especiales. La razón es que el volumen que llegará al consumidor dependerá de cómo vaya cada año la cosecha de lúpulo, un ingrediente esencial en la receta. Es como la sal y la pimienta en un plato.

Ignacio Rivera en los campos de lúpulo en Abegondo. Moncho Fuentes

Cuando se acabe esta materia prima producida en Galicia, ya no se podrán elaborar más litros de esta 'pócima de la felicidad' bajo el nombre de Lupia hasta la siguiente campaña de recogida. "Habrá gente que no pueda tomarla", señaló Rivera, destacando que eso será "parte de la magia".

Dos variedades y dos formatos

La marca se presenta con dos variedades en función de la clase de lúpulo utilizado: nugget, con un perfil más terroso, herbáceo y picante, y magnum, con toques florales, afrutados y un toque cítrico. Llegará a la hostelería en formato botella y al canal de alimentación en lata –la versión magnum solo estará disponible en este formato–. "Creo que es un cervezón", afirmó Rivera en la puesta de largo de la nueva marca.

Aunque su imagen y los detalles se desvelaron en un acto en el Museo Mega, la presentación de este nuevo proyecto comenzó sobre el terreno, en los campos de lúpulo de los que se nutre Hijos de Rivera en Abegondo. También dispone de plantaciones en la zona de Betanzos y ensaya con distintas variedades en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo. 

En la actualidad cuenta con cerca de 11 hectáreas, pero la idea es que la demanda de esta nueva cerveza lleve a aumentar poco a poco el cultivo de lúpulo gallego. 

Lupia es el fruto de un proyecto que Hijos de Rivera emprendió en 2004 de la mano con investigadores y agricultores para recuperar el cultivo del conocido como 'oro verde' de la cerveza. Tras una época dorada, en los años 70 llegó a desaparecer. Por eso el objetivo era reactivar su producción en un homenaje al fundador del grupo, José María Rivera Corral, pionero en traer la planta a España. 

Producción de lúpulo indoor

Plantas trepadoras que alcanzan los seis metros de altura cuando llega el tiempo de la cosecha y de las que nacen unas flores de cuyo interior se obtienen aceites y resinas que los cerveceros valoran por su amargor y propiedades aromáticas. Así es el lúpulo, un cultivo delicado que está sufriendo especialmente la crisis climática.

Por eso, Hijos de Rivera, en su clara apuesta por impulsar la producción, se ha embarcado en un proyecto –en fase inicial– para su cultivo en interior, simulando las condiciones óptimas de humedad, temperatura y luminosidad y protegiendo la planta de la amenaza de plagas.

El interior de la flor del lúpulo. Moncho Fuentes

¿Cuál es la inversión del cultivo?

En cada hectárea crecen en torno a 2.000 plantas y de cada una se obtiene un kilo de flor una vez secada. Para producir un litro de cerveza se usa un gramo de lúpulo aproximadamente, lo que equivale a unos cinco conos, como se le llama también a la flor. ¿Qué inversión requiere la puesta en marcha de esta cultivo? Cada hectárea tiene un coste estimado en 35.000 euros, contando también la maquinaria específica que se necesita.

Se precisan cinco años para que las plantas empiecen a producir. La cosecha se lleva a cabo en septiembre, la poda se realiza en primavera y, una vez que la planta empieza a crecer, lo hace a un ritmo trepidante de 20 centímetros por día. 

Grelos como protección y abono

Todas estas claves las desgranó este jueves a pie de cultivo en Abegondo José Luis Olmedo, gestor de Proyectos de Innovación de Cosecha de Galicia, que pertenece a Hijos de Rivera. También desveló por qué entre las filas de las plantas del lúpulo crecen grelos. Es para controlar las malas hierbas y evitar herbicidas; usarlos como manto verde cuando se corta la planta para que la flor no se manche y emplearlo después, triturado, como abono natural.