Unas aulas cargadas de esperanza
Dos quincenas de refugiados africanos comenzaron su integración en Compostela con un curso de español, en busca de un trabajo digno y una nueva vida lejos del horror de la guerra
La inmensa mayoría de los migrantes que llegaron a Galicia lo hacen con un objetivo muy claro en el horizonte: integrarse y comenzar un nuevo camino lejos del horror de la guerra. Santiago, como otras urbes del panorama gallego, acoge desde hace semanas a más de 200 personas. Su lengua vehicular es el francés, pero su deseo es aprender español, integrarse y conseguir un empleo que les permita reconstruir sus vidas. María Rozas, teniente de alcalde y portavoz de Compostela Aberta, les dio la bienvenida en un emotivo acto el pasado martes: "Habéis llegado a una buena ciudad; somos un pueblo de acogida, lo llevamos en el ADN. Santiago os recibe con los brazos abiertos, como lo ha hecho históricamente con tantos otros", dijo frente a 15 jóvenes cargados de esperanza y ganas de superarse.
Son alumnos del curso de inmersión lingüística, que forma parte de una serie de iniciativas impulsadas por la Plataforma polo Emprego, en colaboración con diversas asociaciones como la oenegé Rescate. Según Rozas, "uno de los objetivos de este programa es la integración sociolaboral de los migrantes. Llevamos años luchando por los derechos igualitarios de todos, y este es un paso fundamental". La concelleira de Dereitos e Servizos Sociais recibió, al final de su intervención, un "gracias" al unísono de todos los presentes, con rostros felices y llenos de optimismo tras sus palabras de recibimiento, ya que reflejaron el compromiso del Ayuntamiento con los recién llegados a la urbe.
Estos migrantes, procedentes de lugares como Mauritania, Mali, Somalia y Guinea Bissau, muestran una gran implicación. "Es admirable ver su esfuerzo, su motivación por aprender el idioma y buscar empleo", destacó una de las profesoras del curso. Para ellos, esta oportunidad no solo les brinda las herramientas necesarias para acceder al mercado laboral, sino también la posibilidad de integrarse en la comunidad.
Sin embargo, no todo ha sido fácil. Aunque la mayoría de los santiagueses los ha recibido con calidez, también ha habido quienes han propagado discursos de odio, al igual que en el resto de España. Rozas, acompañada por Miguel Fernández, presidente de la Plataforma polo Emprego, alertó de esta situación: "Estos discursos están contaminando nuestra sociedad. Pero desde el ayuntamiento, tenemos la obligación de estar a la altura y combatir estas actitudes", recalcó.
Las primeras entrevistas de trabajo serán pronto
En las próximas semanas, varios de estos migrantes realizarán sus primeras entrevistas de trabajo, un paso totalmente crucial hacia su independencia. Santiago, una ciudad que siempre ha sido símbolo de diversidad y apertura, se dispone a demostrar que es capaz de acoger con generosidad a quienes lo necesitan.
Los acogidos: entusiasmados por aprender
Los migrantes llegados a Santiago, según apuntan desde la Plataforma polo Emprego y la oenegé Rescate, se han mostrado muy entusiastas ante la oportunidad de realizar este curso de inmersión lingüística. Durante el mismo, no solo están aprendiendo español, sino también desarrollando habilidades prácticas que les permitirán integrarse plenamente en la sociedad gallega.
El curso, que se celebra en el edificio municipal Cersia a lo largo de todo el mes, ha recibido un gran interés por parte de la comunidad migrante. Debido a la alta demanda, muchos se han quedado sin plaza, y finalmente se seleccionaron dos grupos de 15 personas. La evolución en el dominio del idioma entre los participantes ha sido notable, lo que les abre puertas a nuevas oportunidades laborales en las próximas semanas.
Miguel Fernández confirmó que seguirán impulsando programas de este tipo: "No vamos a detenernos aquí". Este tipo de iniciativas, asegura, son esenciales para facilitar la integración y el acceso al mercado laboral.