La Guardia Civil avisa de los riesgos por el aumento de la caza furtiva del jabalí

Un vecino de Arteixo quedó bajo arresto por matar a tiros a un ejemplar al lado de unas casas. La  cercana cosecha del maíz espolea sus incursiones en los cultivos y el nerviosismo de los agricultores
El jabalí abatido por el cazador furtivo en Arteixo en la medianoche y cerca de viviendas habitadas. EP
photo_camera El jabalí abatido por el cazador furtivo en Arteixo en la medianoche y cerca de viviendas habitadas. EP

La Guardia Civil ha detectado "un incremento de la caza furtiva" del jabalí que vincula con el inicio de la temporada de cosecha de maíz, el cual, en estas semanas, se convierte en un jugoso manjar para las manadas de cerdos salvajes. Para dar cuenta de ello, expone que el pasado viernes detuvo a un vecino de Arteixo por dar muerte a un ejemplar "a escasos metros de viviendas".

"La gente empieza a ponerse nerviosa porque comienza a sufrir daños por la fauna salvaje, fundamentalmente el jabalí", constata Félix Porto, de Unións Agrarias, que recuerda que septiembre "suele ser la época más problemática" del año porque es cuando los daños de esta especie son más evidentes en los cultivos, "sobre todo de maíz, praderas y huertas". 

Es una situación que, cada temporada, "afecta a las cuatro provincias", aunque en especial a las del interior, de mayor peso agrario. Las incursiones de los jabalíes en los cultivos son algo "generalizado" y, "dependiendo de la zona y de la plantación que se tenga, se sufren más o menos pérdidas en términos de cuantificación", explica Porto, que señala que, en Ourense, llevan ya un tiempo entrando en los viñedos a darse un festín de uvas. 

De hecho, a finales de julio, Unións Agrarias instó a la Xunta a activar medidas preventivas para las vides de O Ribeiro, dado que, a medida que madura el fruto y se carga de azúcares, más goloso es para el animal. 

Es lo mismo que ocurre ahora con el maíz, razón por la que la organización profesional aboga por promover batidas preventivas que lleven a los jabalíes a buscar refugio en el monte, lejos de los sembrados, y por esperas puntuales allí donde estas no sean posible. "Hay que incentivar a los cotos para que se incremente la caza y hacer un control de la cabaña del jabalí porque está descontrolada completamente", argumenta Porto, que incide en que es una demanda trasladada repetidamente a la Consellería de Medio Ambiente.

Se puede cazar desde el 17 de agosto 

La caza del jabalí se permite en Galicia desde el pasado día 17 en terrenos de régimen cinegético especial, incluida la superficie destinada a vedado de caza y zonas de adiestramiento de perros y aves de cetrería que tienen aprobadas los tecores, los jueves, sábados, domingos y festivos hasta el 23 de febrero, en las modalidades de batida, montería y espera. 

En cambio, en terrenos de régimen cinegético común, se habilitó hasta el 31 de este mes y, luego, desde el 7 de enero hasta el 23 de febrero. Entre el 1 de septiembre y el 5 de enero, ambos inclusive, solo se autoriza cazar los sábados. Además, está prohibido realizar, en la misma mancha y jornada, batidas de jabalí y matar otras especies de caza menor.

Lo de Arteixo, en cualquier caso, excede toda norma. El Seprona estaba en alerta después de que el jueves pasado varios vecinos de la aldea de Borroa denunciasen que habían oído disparos de escopeta al lado de casa en plena noche. A los agentes les constaba además que precisamente en esa zona se habían detectado actividades de caza ilegal en agosto del año pasado. En vista de todo ello, organizaron un operativo con la Policía Nacional para atrapar al furtivo.

En la medianoche del día siguiente, la patrulla escuchó tres tiros y, siguiendo su rastro, atraparon 'in fraganti' al autor. Iba bien equipado: portaba frontales, cuchillos, copiosa munición y una escopeta de dos cañones paralelos "cargada y lista para disparar". Junto a él estaba la pieza que había cobrado y, al inspeccionar el lugar, hallaron otro jabalí en descomposición, abatido tiempo atrás.

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Está ya en manos de la Justicia por un presunto delito contra la fauna.

"Hemos presentado demandas por 18.000 euros"

"Al que le toca, el jabalí le hace daño prácticamente en la totalidad de la parcela". Félix Porto advierte de que las incursiones de los cerdos salvajes suelen provocar la pérdida "del cultivo entero", incluso a pesar de que actúen en zonas concretas. Entre lo que comen, lo que rompen y lo que remueven el terreno, la zona queda muy afectada. 

Por ello, considera "irrisorias" las compensaciones de la Xunta. "Tiene un tope de indemnización por daños en cada explotación que no llega a los 2.000 euros por año, lo que no llega para cubrirlos: tenemos presentadas demandas de 6.000, 14.000 y 18.000 euros en forrajes", precisa.

Porto recuerda que la ley "hace responsables" de los ataques del jabalí a los cotos de caza. Debe denunciarse el caso al servicio provincial de la Xunta, que llama el tecor para que actúe.

Unións Agrarias insta dar parte en el 012 para que quede constancia oficial.

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