El antiguo Xeral de Compostela sale al fin de la Uci

Tras 25 años de abandono y en manos de Bestinver, el edificio se reanima con el inicio de las obras para convertirlo en residencia universitaria. Estará operativa en 2025 y paliará el déficit de pisos para estudiantes 
Puerta del antiguo Hospital Xeral. NACHO SANTÁS
photo_camera Puerta del antiguo Hospital Xeral. NACHO SANTÁS

El antiguo Hospital Xeral de Santiago pasaba su última consulta en 1999, relevado por el entonces flamante Clínico. En este cuarto de siglo la salud del edificio ha venido sufriendo un paulatino pero constante deterioro, sin recibir siquiera los mínimos cuidados en forma de obras de mantenimiento, aquejado de pintadas, gamberradas y hasta incendios.

Pero ayer sus constantes vitales volvieron a oscilar con los primeros espatulazos y puesta de ladrillos después de 25 años de cascotes. El Xeral está, al fin, a punto de salir de la Uci.

Su vuelta a la vida, programada para 2025 como residencia de estudiantes, dará oxígeno al urbanismo de la capital gallega y también a los universitarios, que cada curso tienen más problemas para conseguir alojamiento céntrico y se ven forzados a alquilar en la periferia, para menoscabo de la experiencia de la etapa universitaria.

El responsable de la reanimación del antiguo hospital es Bestinver, gestora de fondos y planes de pensiones del grupo Acciona, que ha apostado por la estructura del hospital abandonado para cimentar el primer proyecto de su 'socimi' Smartliving. "Va a ser una residencia de estudiantes con una serie de plazas hoteleras, pero principalmente será lo primero, con lo que daremos respuesta a la demanda no satisfecha de alojamiento universitario", explica a AGN José Herrero, responsable de comunicación de Bestinver.

Desde la gestora de activos se atreven a poner fecha para la apertura: "estará lista en septiembre de 2025, es decir, para acoger al alumnado para dentro de dos cursos". Sobre el papel puede parecer precipitado, pero "hay que tener en cuenta que los cimientos ya están puestos y es algo que suele llevar mucho tiempo". "La estructura es la misma, no la vamos a tocar", explica Herrero, que admite con todo que "la obra es grande".

El primer ladrillo de la reforma se puso ayer, una vez "que el Ayuntamiento ha dado la licencia". Y en la capital gallega eso significa  mucho más que un espatulazo de cemento, pues regenerará una de las principales áreas de Santiago, el barrio de Galeras, una de las zonas premium de la ciudad, a tiro de piedra de la residencia del presidente de la Xunta en Monte Pío.

La reanimación del viejo hospital supondrá, por tanto, un soplo de aire fresco para la zona, penalizada estéticamente durante estos años por la imponente presencia de este gigante de cemento, cada vez menos gris y más verde a causa del musgo y la vegetación.

¿Cómo afectará a los estudiantes? Pero si relevante es el impacto urbanístico que la reforma tendrá en la capital gallega, todavía es más importante el efecto que se le supone sobre el estudiantado de la ciudad. Y es que Compostela lleva alrededor de un lustro experimentando un fenómeno inédito hasta el momento en Galicia —aunque 'importado' de las grandes ciudades españolas y europeas—: el desplazamiento del estudiantado a alojamientos en la periferia debido al déficit habitacional en los centros urbanos, donde hay pocos pisos y, por tanto, muy caros. Una ecuación donde también juega el factor de la vivienda turística.

En el mapa metropolitano de Santiago, esto se traduce en un éxodo a Cacheiras [Teo], O Milladoiro y Bertamiráns [ambos en Ames], tal y como ratificaron recientemente a este medio desde la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin). El equivalente en Lugo sería un universitario que llega para estudiar Veterinaria y alquila un piso en O Corgo en vez de cerca de la muralla.

Mientras los alumnos de la USC en Lugo no llega este problema, los de Compostela verán mejorar su salud habitacional gracias a la nueva vida del viejo hospital.

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