Cuando la víctima anunció a sus padres que ella y su bebé se iban de su casa para irse a vivir con su nuevo novio, en una localidad perteneciente al partido judicial de Cambados, estos no se lo tomaron bien. El padre no ahorró insultos –"tu madre tendría que haberte asfixiado con sus piernas el día que naciste, desgraciada", llegó a decirle por Whatsapp– y la madre intentó llevarse al niño y se plantó en el local donde trabaja para gritarle que lo iba "a pagar con sangre".
La Audiencia de Pontevedra ratifica ahora la condena de 10 días de localización permanente y a la prohibición de acercarse a menos de 100 metros o comunicarse con su hija durante seis meses que les había impuesto el pasado 18 enero el juzgado de instrucción 3 de Cambados como responsables de un delito leve de amenazas.
La víctima se mudó con su pareja el pasado octubre, pero su pequeño, de 14 meses, se quedó con los abuelos hasta que, con el cambio de año, la chica decidió llevárselo. Ahí fue cuando comenzaron los problemas. Su padre le envió audios en los que amenazaba, tanto a ella como su "amiguito", con frases como "mientras yo viva y tu vivas te voy a amargar la vida lo máximo que pueda, voy a ir todos los días a la tienda a decir delante de tus clientas quien eres"; o "como dicen los japoneses: has despertado al monstruo, te vas a cagar, prepárate, anda fina por la vida"; o "vas a ser un deshecho humano toda tu vida" o "jamás serás nadie tienes una maldición encima que te he hecho yo" o "yo iré al calabozo pero tú te vas a cagar".
"Como dicen los japoneses: has despertado al monstruo, te vas a cagar"
En el caso de la madre, tuvieron que recurrir a la Policía Local el 15 de enero, cuando se presentó en su casa para que no se llevara al bebé. Solo la presencia de los agentes consiguió que depusiera su actitud, pero no por mucho tiempo. Al día siguiente, acudió al establecimiento donde trabaja para, a gritos, exigirle ver a su nieto, llamándola "desgraciada" y advirtiéndole que "lo vas a pagar pero con sangre".
Un delito grabado en audios
La sentencia –que trascendió este jueves pese a estar fechada el 27 de marzo– ya es firme, después de que el tribunal provincial rechazase el recurso de los condenados al considerar "plenamente acreditada" la valoración de la prueba y que las conclusiones a las que llegó el juzgado de instrucción no eran "incongruentes, erróneas o contradictorias". Este dictaminó que las expresiones y actos de los acusados eran "penalmente relevantes" porque "implican conminación de un mal posible y concreto" que cuadra a la perfección con ese delito de amenazas que se les imputaba.
Al respecto, señala que este tuvo en cuenta las declaraciones de los implicados, que reconocieron la existencia de un conflicto derivado del cuidado del hijo de la denunciante, y que sus testimonios están corroborados por elementos como, por ejemplo, los audios enviados por el padre, que de hecho se reprodujeron durante la vista.
