La eólica lanza un SOS

La parálisis ya se traduce en cifras: Galicia produce menos energía por molino que en 2020. El año pasado se instalaron únicamente 8 megavatios en la comunidad; en Aragón, 308

Parque eólico.EP
photo_camera Parque eólico. EP

La parálisis judicial de la eólica gallega ya se traduce en cifras: los molinos producían en 2020 un total de 9.994 gigavatios hora (GWh), mientras que el año pasado se quedaron en 9.068 GWh. 

Una reducción que es consecuencia directa de la cascada de suspensiones cautelares a proyectos por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y que ha llevado a la patronal eólica a poner el grito en el cielo y lanzar un SOS a la Xunta, que atendió la llamada y este jueves se reunió con representantes del sector para dar lugar a una entente contra el veto.

Y en ese acuerdo buscan, además, una tercera pata: el Gobierno central, del que esperan su "apoio" para desbloquear la parálisis. "O que lle imos a pedir ao Ministerio [de Transición Ecológica] é ir da man", indicó la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien lamentó que "cada día hai unha resolución cunha nova parálise dun eólico e isto supón incerteza para o sector, problemas de carácter económico e problemas que afectan á implantación de industrias en Galicia".

En la misma línea se pronunció José Manuel Pazo, presidente de la Asociación Eólica de Galicia (Ega), que puso sobre la mesa unos irrefutables datos del perjuicio judicial al sector: en Aragón se instalaron el año pasado 308 megavatios en turbinas eólicas y en Castilla La Mancha, 92. ¿Cuántas en Galicia? Solo 8 megavatios.

"Seguimos frenados, sin perspectiva de avance renovable en plena transición energética. Y viendo caer el maná en otros territorios", indicó.

Las abismales diferencias de potencia instalada son solo la punta del iceberg de una coyuntura más compleja, que lastra una industria que necesita beber de renovables.

“Asistimos impávidos a las multimillonarias inversiones que se anuncian en otras comunidades: una planta de hidrógeno verde en Andalucía por 2.000 millones, la megarred de datos de Amazon en Aragón que construirá Amazon por 16.000 millones, la gran fábrica de la compañía Windar Renovables en Avilés... Y mientras, Galicia tiene propuestas para implantar fábricas de coches eléctricos, pero falta energía renovable", lamentan desde la Ega.

"Tenemos un recurso renovable y autóctono que nos ofrece excelentes oportunidades de desarrollo industrial, empleo estable y rural, precios baratos para consumidores y competitivos para las empresas electrointensivas, independencia energética y atmósfera mucho más limpia evitando cantidades ingentes de emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, estamos frenados, cuando estar parados es dar marcha atrás en la coyuntura actual”, lamenta el sector a través de un comunicado, una patronal eólica que carga con dureza contra el TSXG.

Ocho fábricas perdidas en diez años

Desde el punto de vista de la asociación, los rígidos parámetros medioambientales que rigen la doctrina del tribunal gallego —que solo ha dado luz verde a cinco proyectos eólicos mientras paralizó 59— redundan en consecuencias "desastrosas" para la industria gallega.

Un botón de muestra es que la comunidad "ha perdido ocho fábricas de aerogeneradores en los últimos diez años, y ya solo quedan dos", advierte la patronal, que recuerda que los proyectos que Galicia frustre buscarán acomodo "en otros territorios".

"Galicia tiene un potencial enorme: recurso eólico de calidad, avanzada logística, puertos y formación cualificada. Estamos destruyendo el tejido empresarial, cercenando el desarrollo industrial y ahogando la implantación de energía limpia y renovable”, lamenta el sector eólico.

Amparo a Bruselas

El mal diagnóstico lo comparte la conselleira Ángeles Vázquez, quien, eso sí, quiso trasladar un mensaje de ánimo al sector entre tanto mensaje pesimista. "Non imos quedar de brazos cruzados", dijo este jueves en la reunión, donde mostró el compromiso de la Xunta reflejado en su reciente viaje a Bruselas, de donde regresó con "confianza" en que la Justicia europea intervenga con un veredicto favorable a la reactivación de la eólica gallega.