El presidente de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), Javier Domínguez, advirtió este miércoles a los concellos que está en su mano "reducir el importe de la factura" que pagan al complejo de Cerceda por el tratamiento de sus residuos. ¿Cómo? "Haciendo una buena separación en origen", indicó el pontevedrés en un encuentro informativo en el que avanzó las líneas maestras del plan estratégico de la compañía, participada por la Xunta (51%) y Naturgy (49%).
Tras la tormenta política desatada ante la nueva subida del canon por tonelada de residuos que Sogama aplicará a partir de enero a los 295 concellos a los que presta sus servicios –que implicará que la tarifa pase de los 88,05 euros por tonelada que se cobran desde julio a 108 en enero–, este viernes Domínguez se reunirá con representantes de la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) para abordar la bonificación de 12 euros con la que la Xunta prevé cubrir el 60% del incremento tarifario para aliviar la carga a los ayuntamientos.
El Ejecutivo gallego tiene pendiente concretar a través de qué mecanismo articulará la compensación, que se incluirá en los presupuestos autonómicos de 2025.
Convencido de que es necesaria "una mayor sensibilización" de los gobiernos locales, los retó a ejecutar "una buena separación" de los desechos, lo que les permitiría "incrementar los ingresos" que perciben de Ecoembes y Ecovidrio por los materiales reciclados. Según los cálculos de Sogama, con "una buena recogida" los municipios podrían "reducir un 50% " la factura que abonan al complejo.
Apoyándose en datos técnicos, Domínguez señaló que en algunos países europeos existen "hasta diez contenedores diferentes" en algunos edificios, lo que se plasma en que, por ejemplo, Alemania tiene una tasa de reciclaje del 48%, en tanto que composta el 18% de sus desechos, valoriza el 32% y envía a vertedero apenas el 0,82%–. En cambio, en Galicia la tasa de reciclaje de las grandes ciudades se sitúa "entre el 15 y el 20%", cuando Cataluña y País Vasco, que llevan la delantera, llegan al 40%. "Así, poco podemos hacer", advierte el primer espada de Sogama.
Al margen de la necesaria mejora en la separación de envases y vidrio, en el foco están los residuos orgánicos, que suponen el 40% de lo que llega en la bolsa negra. Pese a la obligación que tienen de contar desde el 1 de enero con el quinto contenedor, el marrón –al que deben ir los restos compostables– , Domínguez indicó que de los 295 ayuntamientos a los que Sogama atiende, solo 50 cumplen con el requisito. Y Ourense es la única de las grandes urbes que no disponen de estos dispositivos pese a que para ellas la medida entró en vigor en junio de 2022.
Domínguez volvió a atribuir el incremento del canon a "las medidas adoptadas por el Gobierno de España", que en 2023 acarrearon unas pérdidas de 18 millones, un desequilibrio que ahora ronda los 33 millones, lo que ha forzado a la sociedad a repercutir las subidas fiscales a los concellos.
Apuntó a la reactivación en julio del impuesto que grava la producción eléctrica, del 7%, a la eliminación de la retribución por la producción de la planta termoeléctrica de forma anticipada –debía expirar en 2026– y al tributo que grava la incineración y el vertido de residuos, en vigor desde enero de 2023. Introducido en la ley estatal de residuos de 2022 como resultado de la trasposición de una directiva europea de 2018, este último gravamen llevó a la Xunta a presentar alegaciones mientras, según Domínguez, "la Fegamp y la Femp miraron para otro lado".
El ejecutivo incidió en que España debería haber solicitado una moratoria, teniendo en cuenta que "18 países de la UE no han implantado el impuesto".
Domínguez incide en que, pese a la subida, el canon de Sogama es el "más barato" de Galicia
Pese a todo, recalcó que los 108 euros por tonelada seguirán siendo "el canon más barato de Galicia y uno de los más económicos de España", teniendo en cuenta los 119 y los 150 que ya están aplicando Nostián y la planta de O Barbanza. Con capacidad para procesar un millón de toneladas tras la ampliación rematada en 2019, el complejo, que ocupa 57 hectáreas, procesó el año pasado cerca de 800.000 toneladas, dando servicio a 2,2 millones de ciudadanos. Sostiene 500 empleos directos y otros 500 indirectos. Su red está conformada por 37 plantas de transferencia repartidas por la comunidad y cuatro de biorresiduos instaladas en Verín, Cervo, Vilanova de Arousa y Cerceda. En una Europa con 505 plantas de valorización energética de residuos, Domínguez defendió la sostenibilidad del modelo Sogama frente a las críticas de BNG y PSdeG.
Nuevo recibo de la basura en mayo: deberá recoger el 100% de los costes
El presidente de Sogama avanzó que a partir de mayo de 2025 los concellos deberán fijar "una tasa independiente" para la basura, que refleje "el 100% de los costes" de la recogida, el tratamiento y las labores de sensibilización. Esto es, ya no cabrá unificar conceptos como el canon del agua, la depuración y el saneamiento con los residuos. Esta medida acarreará una nueva subida para el ciudadano, dado que ahora los concellos "cobran el 60% del coste real". Y eso sin mencionar que hay cinco ayuntamientos que no tienen tasa de residuos.
Acelerón al plan estratégico
Tras la retirada anticipada de la retribución a la planta termoeléctrica por parte del Estado –una medida con la que Sogama dejará de ingresar 18 millones–, la compañía agiliza su plan estratégico 2024-2030, que presentará a finales de octubre. Domínguez avanzó que comprenderá medidas como la digitalización "de todo el proceso" y el uso de inteligencia artificial o que la planta de cogeneración pasará a operar con un gas renovable. Además, Sogama potenciará el transporte en tren y se dotará de una planta de clasificación de residuo textil, un capítulo obligatorio a desde 2025 pese a que España no ha regulado aún "cómo hacer esta recogida". Como primer paso, la sociedad se ha dotado de 3.332 paneles fotovoltaicos en la central.
