En un escenario en el que la población de nacionalidad extranjera se ha cuadruplicado en Galicia desde 2011, hasta suponer el 5% del censo en 2023, esta realidad se traslada a las aulas. En el curso 2023-2024, en Galicia un total de 23.744 alumnos originarios de otros países se matricularon en enseñanzas no universitarias de régimen general. Fueron el 5,9% del total de los inscritos en algún nivel desde infantil hasta la FP.
Aunque la comunidad es, tras Extremadura (4%), la segunda autonomía en la que los niños y jóvenes llegados de otros países tienen el peso más reducido, lo cierto es que en el caso gallego se registró un incremento del 20,2% con respecto al curso anterior, el más intenso del país, por delante de Canarias (+17,3%).
En esta tesitura, el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, anunció en una entrevista concedida a Europa Press que en el primer trimestre del curso 2024-2025, que arranca el día 11, presentará un plan de acogida para "favorecer a integración" de esta parte de la comunidad estudiantil con apoyo formativo y de índole emocional.
Ante el aumento del flujo migratorio y la crisis demográfica, Rodríguez quiere "adiantarse aos desafíos" que afrontará el sistema y favorecer "a integración e a cohesión social" con medias ligadas a la lectura, el idioma y el bienestar. "Temos moitas esperanzas neste plan", destaca el conselleiro, que reivindica que informes como Pisa refrendan que los alumnos gallegos son "os máis tolerantes cara a outras culturas".
Entre los aspectos a definir está si la iniciativa —que irá ligada a la Estratexia Retorna con la que la Xunta allana el regreso de emigrantes gallegos y sus familiares— llevará aparejado un aumento de los medios humanos o económicos. La estadísticas indican que más de la mitad del alumnado extranjero matriculado el curso pasado en Galicia procedía de Suramérica, con Venezuela (19,6%) y Colombia (14%) en cabeza.
"Los inicios nunca fueron fáciles, pero espero un gran futuro para mis dos hijos"
Cecilia Jara llegó a Galicia desde Perú con su esposo y sus dos hijos en busca de un futuro más seguro y prometedor ante la creciente inseguridad en las calles de su país. "Mi cuñado lleva varios años trabajando aquí y nos recomendó venir", relata.
La decisión de emigrar no fue fácil. Tras largas deliberaciones, la familia aterrizó en Galicia el pasado 25 de junio, sumándose a los cerca de 7.000 peruanos que, según los datos del Ine relativos a 2023, residen en la comunidad. Compostela se ha convertido en su nuevo hogar.
Apenas instalados, Cecilia se volcó en la búsqueda de un buen centro educativo para sus hijos. Su tenacidad, alimentada por la esperanza de un mejor porvenir para Ricardo, de 14 años, y Rodrigo, de 11, le dio fuerzas para superar los obstáculos que encontró en el camino.
Con el apoyo de la administración y del Foro Galego de Emigración, logró asegurar plazas para ambos. Ricardo comenzará tercero de la Eso en el IES Arcebispo Xelmírez II, mientras que Rodrigo cursará sexto de primaria en el Ceip Raíña Fabiola. No tendrán que repetir curso y seguirán su educación acorde a su edad. "Vinimos buscando un futuro mejor para ellos, sobre todo a nivel educativo", comenta esta madre que, pese a las dificultades, sueña con un gran devenir para sus pequeños.
Sin embargo, es consciente de que el camino no será fácil. Ricardo y Rodrigo "tendrán que esforzarse para ponerse al nivel de sus compañeros", especialmente en un entorno académico nuevo y con una lengua que apenas conocen.
El gallego, idioma vehicular en gran parte de las clases, será un desafío, pero la familia está decidida a aprenderlo cuanto antes, como muestra de su deseo de integrarse y adaptarse en una comunidad que les "ha gustado" desde el primer día.
"Los niños tienen muchas ganas de comenzar y hacer amigos"
"Los niños están con muchas ganas de comenzar y hacer amigos", confiesa la madre que, mientras espera la llamada de los centros con la información necesaria para el inicio del curso, mira al futuro con optimismo, a pesar de los próximos desafíos. "Los inicios nunca son fáciles, pero espero un gran futuro para ellos y que se conviertan en grandes profesionales. Está en sus manos", concluye, con la esperanza de que este sacrificio se traducirá en oportunidades y un mejor porvenir para sus vástagos.
