Los vecinos de la Rúa Murillo, en el barrio de Ferrol Vello, se despertaron este viernes con el estruendo que produjo el derrumbe de la fachada de un edificio que, precisamente, estaba siendo sometido a obras de rehabilitación integral por su estado.
El incidente empieza a sonar a disco rallado para los ferrolanos: es el cuarto episodio de este tipo en lo que va de año. A mediados de enero, en la Rúa Carlos III, que queda a un paseo de menos de veinte minutos a orilla de los muelles, los temporales dieron la puntilla a dos edificios –uno de ellos en ruina técnica y el otro con licencia de rehabilitación– y, a finales de febrero, le tocó el turno a otro inmueble deshabitado anexo a estos. La fortuna ha querido que, por ahora, no se hayan producido daños personales a cuenta de estos desplomes.
Hacia las 05.20 horas, la fachada del inmueble sito en el número 7 de la Rúa Murillo se vino abajo con un fuerte estrépito. Los escombros, de notable tamaño y caídos desde la parte superior, se extendieron hasta el otro lado de la calle, aunque, gracias a lo temprano que era, ningún transeúnte pasaba por ella en ese instante.
Hasta la zona se desplazaron agentes de la Policía Local y efectivos del cuerpo de bomberos de Ferrol, que de inmediato se arremangaron para asegurar la zona y evitar que la caída de material fuera a mayores. El gobierno local apuntó que las causas que provocaron el colapso de la estructura, después de una noche de lluvia copiosa y de los trabajos de demolición realizados en los últimos días, "todavía no se determinaron" y se encuentran bajo investigación. Las fuentes municipales confirmaron que en el edificio se estaban ejecutando obras y que "cuenta con la licencia municipal y los permisos pertinentes" para su reforma completa.
Con los alrededores precintados, los técnicos inspeccionaban por la mañana la situación tanto de este inmueble como de los aledaños para determinar las tareas preventivas que sean necesarias para garantizar la seguridad.
Los antecedentes en la propia ciudad invitan a ser cautelosos, en vista de lo ocurrido con el edificio de tres pisos y un bajo del cercano barrio de Esteiro que se desmoronó en la tarde del 27 de febrero y que estaba justo al lado de otros dos edificios en ruinas y cuyo apuntalamiento provisional no había resistido, un mes atrás, la acción de los elementos y las patologías de la infraestructura.
En aquel momento, el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, manifestó que "la rehabilitación y asegurar el estado en el que se encuentran muchas viviendas de los cascos históricos" iba a ser uno de sus "objetivos" a "intensificar" en estos años de mandato.
Bien de interés cultural
Ferrol Vello fue declarado bien de interés cultural (BIC) en 2011. La Xunta justificaba que aún hoy "se puede nítidamente percibir en él el origen de la ciudad, su razón de ser primera", y que "sin él es imposible comprender la evolución histórica" de la misma.
Sin embargo, esta declaración, que trae aparejadas medidas de protección y recuperación, no ha evitado que el barrio tenga todavía un buen número de edificios en ruinas.
Hacia ello apunta también el plan Rexurbe del Gobierno gallego, pero por ahora solo ha recuperado de forma efectiva una propiedad abandonada. Hace un año comenzaron las obras en otro par de inmuebles en los que hay proyectadas cinco viviendas de protección pública, con un plazo de ejecución que sobre el papel se agota en el cambio de año, y este verano la mesa de contratación se reunió para la apertura de las ofertas presentadas para rehabilitar dos más donde hacer cuatro pisos y un local.
