Unos 5.200 ascensores pueden paralizarse en Galicia por tener caducada la inspección

La nueva instrucción técnica, que entra en vigor el 1 de julio, obliga a tener este control en regla en 24 horas. La Xunta pide al menos tres meses más de margen
Ríos y Vázquez avisaron de que unos 5.200 ascensores pueden quedar sin servicio en Galicia. PEPE FERRÍN
photo_camera Ríos y Vázquez avisaron de que unos 5.200 ascensores pueden quedar sin servicio en Galicia. PEPE FERRÍN

El próximo 2 de julio, unos 5.200 ascensores en Galicia pueden quedar sin funcionamiento. Son aquellos que tienen la inspección periódica obligatoria sin pasar, dado que la nueva instrucción técnica complementaria, que entra en vigor el primer día del próximo mes, dicta que la empresa mantenedora debe paralizar toda aquella máquina que lleve con ella caducada 24 horas y dar parte a la autoridad competente.

Son las estimaciones actualizadas este jueves por la Asociación Empresarial Gallega de Ascensores (Aega), que se refieren a alrededor del 8% del parque total de ascensores afectados en la comunidad: más de 65.000 que tendrán que estar preparados para superar las exigencias de la nueva normativa. Algunos de ellos acumulan "más de 30 años de antigüedad", apuntó Ángeles Ríos, presidenta de la agrupación. 

Es una medida de cumplimiento inmediato tener la inspección en regla –que no es la revisión de mantenimiento que lleva a cabo cada mes, sino la que lleva a cabo una entidad certificada cada dos años en el caso de ascensores en edificios de uso industrial o en lugares públicos; cada cuatro en edificios de más de veinte viviendas o con más de cuatro plantas servidas, y cada seis en el resto–. Para las demás instrucciones, que inciden esencialmente en la seguridad, la mejora de la accesibilidad y la eficiencia energética de los elevadores, hay más tiempo para adaptarse, ya que serán "más paulatinas".

En el caso de estos más de 5.000 ascensores es, pues, una carrera contra el reloj que, además, choca contra un importante obstáculo: la falta de técnicos suficientes en los organismos de control para poder atender toda esta demanda de revisiones. "Los medios son los que son", avisó la responsable de Aega, que precisamente "en el último mes y medio" ha "intensificado" su labor de divulgación sobre el asunto "para que nadie se lleve la sorpresa de que el día 2 de julio tenga el ascensor paralizado".


Moratoria de tres meses 

Vista la situación, la Xunta considera que los plazos no se van a poder cumplir en buena parte de los casos, por lo que demanda una moratoria para "levar a cero" el número de ascensores que queden fuera de servicio y, así, evitar una "traxedia" para "persoas maiores ou con problemas de mobilidade" que dependan de él simplemente para poder salir de casa, explicó Nicolás Vázquez, secretario xeral de Industria e Desenvolvemento Enerxético.

Por este motivo, el alto cargo recalcó que la Administración autonómica está "a favor de todas estas medidas de seguridade" que trae consigo la instrucción técnica, pero matizó que "requiriría que a entrada en vigor, idealmente, fose un pouco posterior", toda vez que consideró insuficientes que los dos meses y medio transcurridos desde la publicación de la normativa en el Boletín Oficial del Estado, cosa que ocurrió el pasado 13 de abril. En concreto, Vázquez anunció que se ha solicitado al Gobierno una moratoria de al menos tres meses que permita completar estas inspecciones pendientes.

"Con más de 5.000 personas empleadas directamente en el sector, se reconoce la necesidad de reforzar las plantillas para adaptarse a la aplicación de la nueva normativa", apostilló Ríos , que destacó también la "constante necesidad de formación para los trabajadores" de este gremio.


¿Qué nuevas medidas exige la normativa?

El objetivo fundamental de la nueva instrucción técnica es igualar el nivel de seguridad de todo el parque de ascensores, independientemente de la edad que tengan, explican desde Aega. La entidad considera que estos cambios representarán un paso importante en este sentido para los más de 1,5 millones de personas que los utilizan en Galicia. También es algo que, al mismo tiempo, implica un gasto adicional para las comunidades de propietarios.

La norma detalla nuevas medidas mínimas de prevención que se suman a las ya existentes. Destaca, por ejemplo, la obligatoriedad de la comunicación bidireccional en cabina que garantice que los usuarios que se queden atrapados puedan pedir auxilio en todo momento a un centro de rescate. Tiene que ser accesible a personas con discapacidad física. Hasta ahora no era obligatoria en edificios de menos de tres plantas con menos de diez viviendas.

Otro aspecto es el cierre de puertas: se debe incorporar un sistema de seguridad que cubra la apertura "desde al menos 25 milímetros y hasta 1.600 sobre la pisadera de cabina".

También obliga a incorporar dispositivos que eviten los movimientos incontrolados de la cabina y para impedir la sobrecarga en ella.

La normativa especifica que los ascensores deben lograr una precisión de nivelación de 10 milímetros, por encima o por debajo del suelo del piso donde paran, para ahorrarse los tropezones.

Y no han de tener guías de cabina o contrapeso que incorporen dispositivos paracaídas de tipos cilíndrica, de rail o de madera, salvo los catalogados como patrimonio histórico artístico. Estos deberán reducir al 50% su carga nominal para evitar excesos de peso.


El presidente de la comunidad, responsable

El jefe de servicio de Seguridade Industrial de la Consellería de Economía, Fernando Sánchez, recordó que las obligaciones del titular del ascensor, que ya eran numerosas en la anterior normativa, ahora lo serán más. "Algunas de ellas las realiza en su nombre la empresa de mantenimiento, pero la responsabilidad es del presidente de la comunidad, que es de hecho es el titular del ascensor", indicó.

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