Más huelgas, con más participantes y un mayor volumen de horas no trabajadas por estos paros. Las estadísticas constatan que el recurso a esta medida de presión, en busca generalmente de mejores condiciones para las plantillas, ha ido en aumento en España. En el último ejercicio completo, el de 2023, se contabilizaron 778 huelgas en el conjunto del país, cerca de un centenar más que en 2022.
Se trata del tercer año consecutivo en el que las interrupciones colectivas de la actividad laboral se incrementaron y la cifra más alta de casos desde 2019, antes de que la pandemia frenase esta vía reivindicativa.
Los paros que suelen convocar los sindicatos y que pueden ser un termómetro de la conflictividad laboral fueron secundados el año pasado por 294.760 personas en España, lo que supone apenas el 1,4% del total de ocupados, pero unas 102.000 más que en 2022 y el contingente más numeroso del último lustro. Las jornadas no trabajadas por las huelgas ascendieron a 988.129, un 39,3% más.
División por los convenios
Los datos sobre la materia que ofrece el Ministerio de Trabajo constatan que el grueso responden a motivos estrictamente laborales –667–, en su mayoría derivados de desavenencias en la negociación de los convenios colectivos. Las huelgas también se usan como arma para rechazar decisiones políticas o económicas.
Por ramas de actividad, la industria manufacturera, el transporte –con el sector aéreo como un protagonista habitual– y la sanidad fueron las que más echaron mano de este vehículo de protesta el ejercicio pasado.
Menos contestación en Galicia
Si se analiza la incidencia por comunidades, la estadística revela que el País Vasco fue, con diferencia, la que registró una mayor contestación por parte de los trabajadores con 306 huelgas en 2023, seguida de Cataluña (139) y Madrid (99).
En Galicia se celebraron 30 y, al contrario de lo que ocurrió en el conjunto de España, la cifra de huelgas bajó, pues fueron 11 menos que en 2022. Cuatro se impulsaron en la provincia de Lugo, lejos de las 23 de Pontevedra o las 11 de A Coruña.
Los paros convocados en el conjunto de la comunidad fueron secundados por cerca de 12.400 trabajadores, unos 1.900 más que en el ejercicio anterior. Fue la quinta autonomía con más participación tras Madrid (en lo alto del ranking con 100.343 asistentes), País Vasco, Cataluña y Castilla-La Mancha.
Este derecho generó 19.628 jornadas no trabajadas en Galicia, menos de la mitad que en 2022.
