El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas, encabezaron este sábado en el Parador de Baiona la octava edición de la Romería Internacional de Abanca, un evento que busca "reforzar" los vínculos de la entidad financiera con los clientes no residentes en España, esto es, que están afincados en diferentes países de Europa y América.
La convocatoria se enmarca, además, dentro de las celebraciones convocadas por décimo aniversario del banco.
A la cita, que contó con 500 invitados procedentes de México, Venezuela, Brasil, Panamá, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido, Francia y Alemania, acudieron, entre otras autoridades, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Tras iniciar su intervención compartiendo la "tristeza" del equipo de Abanca por la muerte del marinero de Baiona Santiago Leyenda en el naufragio del Argos Georgia en aguas de las Malvinas y trasladar su pesar a las familias y los profesionales del mar por los fallecidos y desaparecidos, Escotet repasó los logros de Abanca desde su lanzamiento en 2014.
Ante los presentes, renovó el compromiso de la institución financiera de "acompañar" sus "proyectos y empresas.
Con una inversión de 1.000 millones en tecnología y respaldada por las agencias de rating, la entidad se consolida como una de las "marcas de referencia" en el sector español. Y el presidente aspira a que Abanca siga impulsando "los proyectos personales y empresariales", siendo "la marca de la proximidad".
De su lado, Rueda celebró que Abanca "entendió desde el principio que debía implicarse con el lugar que le dio cobijo y la vio nacer" e incidió en la importancia de la colaboración público-privada para consolidar Galicia como "una tierra acogedora" para la inversión.
