El empleo juvenil en Galicia va camino de firmar su mejor verano en 13 años

Unos 138.500 menores de 30 cotizaban en julio y había 12.260 parados, la cifra más baja desde que hay registros
Cosme García y Jesús Cabo. EP
photo_camera Cosme García y Jesús Cabo. EP

Las ofertas de trabajo que afloran cada verano abren a muchos jóvenes la puerta a un primer empleo y a contratos temporales con los que ganar un dinero antes de volver a los estudios. Aunque tengan el respaldo de su padres, las nuevas generaciones también sufren la inflación y sus consecuencias: han subido desde los alquileres a los planes de ocio. La hostelería, el comercio y actividades ligadas a la época estival como la de ser socorrista en playas y piscinas suelen ser los principales nichos de empleo para los chicos en esta época del año.

En julio, una media de 138.525 menores de 30 años estaban dados de alta en la Seguridad Social en Galicia, 7.145 más que en junio (+5,4) y un 3,5% más que en el mismo periodo de 2023, lo que supera el aumento de cotizantes de todas las edades (+1,3%). Es la cifra más alta de jóvenes trabajando desde julio de 2021, cuanto la crisis financiera arreciaba.

Si lo que se analiza es el comportamiento del desempleo entre el colectivo, en julio estaban registrados en los servicios públicos de colocación 12.260 menores de 30 años, un 5,3% menos que en el mismo mes de 2023 y la cifra más baja de la serie histórica, que arranca en 2005.

El músculo que está mostrando el mercado de trabajo también se percibe en el empleo juvenil, en un escenario en el que muchas empresas sufren para encontrar mano de obra con la que cubrir sus vacantes. En todo caso, los veinteañeros siguen cargando con una tasa de paro que duplica la media. A cierre de junio rondaba el 20%, según la última Encuesta de Población Activa.

Los jóvenes suelen ser también los más tocados por la inestabilidad y la precariedad laboral, lastres para la emancipación y para embarcarse en proyectos vitales. ¿Qué tipo de contratos le ofrecen las empresas? La mayor parte tienen fecha de caducidad. En julio fueron prácticamente tres de cada cuatro sellados por menores de 30 año. Mientras, firmaron 8.525 acuerdos de carácter indefinido, el 41% de los 20.613 puestos fijos –incluidos los fijos discontinuos– que crearon las empresas gallegas. En cambio, 20.710 fueron por circunstancias de la producción, una modalidad temporal que superó los 47.500 acuerdos de trabajo. La juventud también cubrió el 37% de las sustituciones, un total de 1.946 en mes pasado.

Con la falta de experiencia como un hándicap en muchos casos, las nuevas generaciones también están expuestas a salarios más bajos. Un reciente estudio de UGT-Galicia destaca que, de media, los gallegos entre 25 y 34 años cobraron 19.310 euros en 2022, lo que supone un 20% menos que la remuneración promedio de los ocupados de todas las edades y una brecha de 3.175 euros anuales respecto a lo que cobra ese colectivo en el conjunto del Estado.

El mismo análisis advierte de otra realidad: la tasa de actividad juvenil es de las más bajas entre las comunidades: apenas el 47% de la población de 16 a 29 años trabaja o busca empleo de forma activa.

Cosme García, socorrista: "Tiven que poñerme as pilas para ser socorrista, hai moita competencia"

Cosme García, estudiante de Ciencias do Mar en la Universidade de Vigo, trabaja este verano por primera vez. Lo hace dispuesto a salvar vidas como socorrista en una de las playas más conocidas de Ferrol, la de Doniños. "Decidín buscar traballo no verán para coller experiencia laboral e ter cartos para pagarme as miñas cousas", cuenta.

Este vecino del municipio coruñés de Cedeira tuvo que realizar un curso de dos meses sobre socorrismo, donde aprendió a realizar primeros auxilios y otras prácticas propias de la profesión. Con el título ya en sus manos, se presentó a las pruebas del Concello de Ferrol.

Cosme confiesa que no fue nada fácil superarlas. "Tívenme que poñer as pilas en natación para ser socorrista, hai bastante competencia e os candidatos superaban con creces o número de prazas", explica. A pesar de su inexperiencia en el sector, logró el ansiado empleo.

Este joven de 18 años admite que el verano es una "época idónea" para encontrar trabajo. No obstante, resalta que conseguir un empleo indefinido es más complicado. Ahora, enfrenta el reto de seguir mejorando como socorrista. "O máis desafiante é o trato cos usuarios da praia, pero a única forma de mellorar é practicando", concluye.

Jesús Cabo, mozo de almacén: "Trabajar me ha venido bien para mejorar mi rendimiento en general"

Jesús Cabo es un vecino de Melide de 25 años que trabaja este verano antes de volver al campus de Ourense para seguir estudiando Ciencias Ambientales. Este joven consiguió un puesto como mozo de almacén en la empresa Clickfer. "Me dedico a limpiar máquinas, hacer mantenimiento y mantener el taller ordenado", comenta.

Gracias al apoyo de su jefe y compañeros del almacén, aprendió rápidamente las tareas del puesto. "Siempre han estado dispuestos a ayudarme", destaca. Esta experiencia laboral le ha permitido mejorar su productividad y establecer una rutina fija. "Me ha venido bien para mejorar mi rendimiento en general, para ser una persona con una buena rutina", añade.

En su día a día, Chechu, como le conocen sus allegados, enfrenta desafíos constantes que le permiten aprender y resolver problemas. El joven ve este empleo como una oportunidad para adquirir un nuevo oficio y entender el mundo laboral. "Me ayuda a conocer cómo es antes de acabar la carrera", afirma.

Jesús concluye con una reflexión positiva sobre las oportunidades laborales para los jóvenes gallegos. "Si realmente tienes ganas de trabajar, creo que siempre puedes encontrar algo. Siempre aparece", asegura.

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