El auge del renting de vehículos: los usuarios se multiplican por más de cuatro en ocho años

Es un modelo en auge en España, donde el parque se ha más que duplicado desde 2015 hasta superar las 900.000 unidades. Dos de cada cien clientes están en Galicia
 
Concesionario. EP
photo_camera Concesionario. EP

La mentalidad de los conductores sobre la tenencia de un vehículo en propiedad ha ido cambiando con el paso de los años y cada vez son más lo que, en lugar de convertirse en dueños del coche pagándolo al contado o pidiendo un préstamo, optan por otras vías de financiación o alquiler.

Una de las fórmulas en auge es el renting, que consiste básicamente en arrendar un coche a largo plazo. A cambio de una cuota mensual –que suele incluir seguro, mantenimiento, asistencia en carretera e incluso impuestos–, es posible disfrutar del turismo por un tiempo y con un número de kilómetros pactados sin el compromiso de quedarse con él en propiedad. 

Los datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos dan buena cuenta de la proliferación de este modelo. Si en 2015 las empresas del sector contaban con 55.586 clientes en el conjunto del país, en 2023 eran cerca de 256.000 –de los que algo más de 8.000 eran gallegos–. Esto supone que el número de usuarios se multiplicó por más de cuatro en estos ocho años.

Un periodo en el que la oferta creció también con fuerza. A cierre del año pasado había 903.145 vehículos de renting en España, lo que supone más del doble que en 2015 tras un incremento constante año a año. En Galicia ha se ha rebasado la barrera de las 20.000 unidades. 

Más particulares que ven atraídos

Las empresas son clara mayoría entre los adeptos a esta fórmula –suponen el 85% de los clientes–, pero el peso de los particulares ha ido a más, pasando de suponer apenas el 2,4% hace ocho años y rozar el 15% el ejercicio pasado. Y eso que en 2023 el número de clientes autónomos y familias se redujo tímidamente, en un escenario marcado por la subida de precios y la incertidumbre económica.

Un negocio en aumento 

Los vehículos son propiedad de las empresas de renting, que el año pasado facturaron en España 7.995 millones de euros, el doble del volumen de negocio de este sector ocho años atrás. 

Al calor de una demanda creciente, la inversión en compra de vehículos de renting por parte del sector alcanzó los 6.605 millones en 2023, un 17% más que en el ejercicio previo y más del doble que en 2015. El año pasado se matricularon 296.402 unidades, lo que supone un alza de 16,3 puntos y el 26,3% de del mercado.

Por tipo de propulsión, los eléctricos e híbridos han ido ganado peso en la nueva oferta de renting, protagonizando el 36,5% de las matriculaciones el año pasado. Mientras, los diésel han perdido mucho terreno y los de gasolina también van cediendo. 

Echando la vista más atrás, se observa cómo hace 40 años el renting era una opción prácticamente testimonial. En 1984, apenas 84 vehículos conformaban la flota. Y la facturación del sector era de solo 300.000 euros anuales. 

Desde la patronal erigen en renting en un "vector fundamental para del rejuvenecimiento del parque": mientras la edad media en España es de 14 años, en el caso de la flota de renting es de dos. 

Los pros y contras de esta fórmula

El renting tiene una serie de ventajas y también algunos contras. Entre los pros destaca que, a cambio de pagar una cuota, el conductor puede desentenderse, ya que tiene cubiertos gastos como el seguro o el mantenimiento. También la flexibilidad para cambiar de coche al acabar el contrato, que suele oscilar entre uno y cuatro años. 

Una de las desventajas es que los kilómetros que se pueden realizar están acotados. Además, no se pueden hacer modificaciones en el coche. Y si se cancela el contrato con antelación hay indemnización.
 

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