Cuidado con los créditos rápidos con el coche como aval

Más de 2.000 gallegos podrían verse "afectados" por estos préstamos, según el despacho Caruncho&Tomé, que advierte a los consumidores de que al contratarlos entregan a la entidad prestamista la titularidad de su vehículo
Una persona utiliza una calculadora. EP
photo_camera Una persona utiliza una calculadora. EP

Con el gancho de obtener liquidez "en 24 horas" poniendo simplemente el coche "como aval", más de 2.000 gallegos podrían estar "afectados" por los préstamos rápidos otorgados por entidades como Flexicar, Cash4far, Ibancar, Gedescoche, Creditio o Rankia. El cálculo lo hace el bufete Caruncho&Tomé, que apunta que son varias las audiencias provinciales que están declarando la nulidad de estos contratos por ser "contrarios a la ley".

El despacho afirma haber presentado "un goteo constante de demandas" en los últimos meses.

¿En qué consisten estos créditos?

Publicitados con mensajes como 'Liquidez en 24 horas con tu coche como aval. ¡Y lo sigues conduciendo!' o 'Préstamos con garantía de coche sin dejar el coche', los juristas señalan que se trata de préstamos "encubiertos" mediante los cuales el propietario de un vehículo obtiene la financiación "sin percatarse" de que entrega al prestamista la titularidad de su turismo.

El bufete sostiene que se trata de "una venta simulada". Con cuantías que van hasta los 35.000 euros, estos créditos se otorgan de forma "inmediata", sin que medie un notario y sin analizar si el solicitante está incluido en registros de morosos como los de Asnef, Ray, Equifax o Experian.

Basta con presentar el coche como aval. Primero, se transfiere la titularidad a la entidad prestamista y, luego, se rubrica un contrato de alquiler del vehículo con opción a compra a través del cual el propietario original puede seguir utilizándolo mediante el pago de una cuota mensual.

Caruncho&Tomé advierte que el importe que se obtiene prestado "suele ser muy inferior al del precio de mercado" del coche.

El problema llega cuando se incurre en el primer impago

El problema se destapa cuando el prestatario incurre en un impago. El socio director del despacho, Carlos Tomé, explica que el contrato queda "resuelto", lo que implica perder la propiedad del automóvil "de forma definitiva". "Estas empresas se valen de las necesidades económicas de los consumidores para engañarlos y que suscriban compraventas de su propio vehículo a cambio de un préstamo en el que el importe que devolverán será muy superior al que les fue prestado", indica el letrado.

Comentarios