La libertad de explorar destinos sin las restricciones de hoteles y horarios ha llevado a muchos a transformar sus vehículos en hogares sobre ruedas. Este fenómeno, que refleja un profundo deseo de independencia y conexión con la naturaleza, está redefiniendo el concepto de viajar en la era moderna. El mundo camper está en pleno auge, y hace un lustro, dos apasionados en este estilo de vida, supieron prever la tendencia.
Diango Traba, carpintero de Fisterra, y Santi Gómez, soldador de Carballo, se conocieron a través de Facebook en 2019. Ambos compartían la misma visión: emprender un negocio en el sector de la camperización. Sin dudarlo, unieron fuerzas y se convirtieron en socios, estableciendo las bases de su empresa bajo el nombre de Vankings. Sin embargo, justo antes de inaugurar su proyecto, la pandemia del coronavirus bloqueó la apertura del negocio al no poder darse de alta como autónomos.
Lo que inicialmente fue una gran frustración se transformó en una inesperada oportunidad. Con la paulatina vuelta a la normalidad y el levantamiento de restricciones, entrado el verano de 2020, esta empresa coruñesa empezó a funcionar mejor de lo que jamás habían imaginado. La pandemia global provocó un cambio en los hábitos de viaje, haciendo que muchas personas optaran por "viajar solas y a su aire", un concepto que encajaba a la perfección con el mundo 'camper'.
En parte, el covid provocó un cambio de tendencia en los viajes: la gente prefiere viajar en grupos reducidos o sola, al estilo 'camper'
Ambos amigos adquirieron dos furgonetas, una grande y otra pequeña, y las camperizaron por completo en una pequeña nave en Carballo. Al venderlas, la respuesta del público fue abrumadoramente positiva. Esa fue su carta de presentación. A partir de ahí, el negocio comenzó a crecer rápido, los pedidos se multiplicaron y sus trabajos empezaron a cruzar fronteras, llegando a toda España. "Fue un boom", confiesa Santi.
Vankings destaca en la fabricación de mobiliario camper especializado, integrando instalaciones eléctricas, de fontanería y calefacción, y creando accesorios de todo tipo, aunque sobresale en la creación de muebles de madera curvados. Sus innovadoras creaciones recorren el mundo, como el camión de un ourensano que viaja alrededor del planeta, o un vehículo único diseñado para el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), que opera como oficina móvil para trabajar con drones.
Vakings no deja de crecer y, con una visión clara hacia el futuro, estos emprendedores siguen soñando en grande para expandirse, impulsados por la satisfacción de transformar sueños en hogares sobre ruedas. La historia de Diango y Santi es un testimonio vivo de que, con perseverancia, creatividad y pasión, es posible alcanzar el éxito en el ámbito empresarial, laboral y, ¿por qué no?, vital.
Ahora alquilan vehículos propios
Vankings creció tanto que los socios decidieron diversificar su negocio ofreciendo también servicios de alquiler de sus propios vehículos, con tarifas que van desde 100 euros por día en temporada baja hasta 150 en temporada alta. Además, la empresa ha ampliado su equipo a siete empleados, aunque uno de los mayores desafíos fue encontrar profesionales cualificados en electricidad y carpintería. Dejaron atrás la pequeña nave para instalarse en una de más de 1.000 metros cuadrados en Carballo, consolidando así su capacidad para atender una demanda cada vez mayor.
Hacen trabajos personalizados
En Vankings trabajan de manera personalizada, adaptándose a las necesidades específicas de cada cliente. Explican que el precio de sus trabajos varía según la complejidad del proyecto: pueden fabricar un módulo cama con ducha por 2.000 euros o realizar la camperización integral de un gran vehículo por una cifra cercana a los 30.000 euros.
El tipo de cliente es variado
Santi observa que el perfil de cliente ha cambiado con el tiempo. Antes, su clientela estaba más vinculada al mundo del deporte, incluyendo surfistas y montañistas. Ahora, atienden a un perfil muy variado, tanto en edad como en motivación de uso. Desde personas que teletrabajan y buscan evitar los altos costos de alquiler de pisos, hasta jubilados que deciden viajar en su propio vehículo. “Hay todo tipo de gente”, explica Diango.
