La aplicación de una quita sobre la deuda pública no constituye "unha prioridade" para la Xunta, que plantea como reivindicación central en la reforma del modelo de financiación obtener unos 700 millones "a maiores" con respecto al sistema actual. El presidente, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, tradujeron este lunes a cifras "o déficit inicial" de recursos con el que Galicia afronta la revisión del sistema pactado en 2009.
Estos fondos son los que la comunidad precisa para "sufragar o custo efectivo" que entraña prestar unos servicios públicos encarecidos sobre todo por el impacto del envejecimiento y la dispersión, además de contar otras medidas estatales que ejecuta la Xunta sin que reciba una aportación económica, como la contratación de profesores asociados.
Tras reunirse el viernes en la Moncloa con el titular del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, el pontevedrés fue inquerido en rueda de prensa tras el Consello da Xunta con respecto a su rechazo a la aplicación de una condonación parcial de la deuda en línea con lo pactado entre PSOE y ERC para Cataluña. Rueda expresó su oposición si el Gobierno central fía la reforma en exclusiva a esta fórmula. Recordó que el hecho de que el Estado se haga cargo de una parte del pasivo autonómico "non supón que a débeda desapareza", sino que la carga se "comparte entre todos" los territorios y ciudadanos.
También denunció el sinsentido que supone "premiar" a una comunidad sobreendeudada con la mutualización de su carga, en alusión a Cataluña, la autonomía con una 'mochila' más abultada al rozar los 87.300 millones en marzo.
Frente a las críticas de la oposición, la Xunta defiende que el único beneficio que acarrearía una quita sería que Galicia "deixaría de pagar uns intereses". Extrapolando las bases del pacto PSOE-ERC, si se conmutase el 20% del pasivo que Galicia obtuvo recurriendo entre 2015 y 2020 al Fondo de Facilidad Financiera del Estado –a cierre de 2023 el capital pendiente era de 2.537 millones–, el ahorro en intereses sería "de entre 2 e 3 millóns ao ano". Esta cifra se elevaría a 18 millones si la condonación se aplicase sobre todo el pasivo, esto es, comprendiendo también la deuda
bancaria –12.400 millones–.
"Os problemas de Galicia non se arranxan dicindo que aceptamos a condonación", advirtió Rueda que volvió a reclamar que se convoque la Conferencia de Presidentes para "falar dos 700 millóns a maiores que Galicia necesita" y sentar las bases de un marco común que luego desarrolle el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Además, reiteró que Sánchez no le hizo "ningunha oferta".
El primer paso para elaborar los presupuestos del Estado de 2025
En una semana clave para el Gobierno central, que el jueves vuelve a someter a votación en el Congreso el techo de gasto –el primer paso para poder elaborar los presupuestos de 2025– y entre las advertencias del PSOE al PP a respecto de su voto en contra privará de 12.000 millones a comunidades y ayuntamientos, Rueda denunció "a chantaxe".
Recordó a los socialistas que les toca "conseguir maiorías dialogando" con los grupos que los apoyan "regularmente" y también reiteró que el Estado tiene "mecanismos" para que las comunidades puedan acceder a los fondos "que lles corresponden" aunque las cuentas no se aprueben. "Teñen instrumentos legais de sobra para facer as transferencias e sábeno", denunció Rueda.
En este punto, el conselleiro de Facenda puntualizó que, al igual que este año, el Ministerio de Hacienda tiene en su mano "actualizar" las entregas a cuenta por decreto. La Xunta cifró en 300 millones "adicionais" su participación en 2025 en los ingresos fiscales. De hecho, el pasado julio, el ministerio ya comunicó a la Xunta que recibirá 10.262 millones. "Se o Goberno fose dilixente, xa o faría en xaneiro, unha vez que se vexa incapaz de aprobar os novos orzamentos", afirmó el coruñés.
Galicia cumple con el déficit y la deuda
El Consello da Xunta aprobó este lunes la Conta Xeral de 2023, que remitirá al Parlamento y al Consello de Contas. El balance refleja que el Gobierno gallego cerró el ejercicio "cumprindo co obxectivo de déficit e débeda pública sen que se resentise o esforzo inversor nin a execución do orzamento", destacó el presidente.
El déficit con el que la Xunta cerró sus cuentas el año pasado es el 0,18% del PIB. Se traduce en que la Administración autonómica gastó 138 millones más de lo que ingresó. No agotó el margen dado por el Estado, que fijó el desequilibrio máximo en el 0,3% del PIB. En cuanto a la ratio de deuda, se quedó en el 16,1%, "o nivel máis baixo dende 2012", como destacó el conselleiro de Facenda, que presentó el informe.
