Cuidado y uso de las lentes de contacto

Lentillas Lentes de contacto. PIXABAY
photo_camera Lentes de contacto. PIXABAY

Las lentes de contacto, también llamadas lentillas, son muy cómodas y funcionales. Pero, además, se trata de artículos sanitarios que tienen gran precisión. Nos permiten ver correctamente y se manejan con facilidad. Sin embargo, justamente por todo ello, exigen unos cuidados especiales. Gracias a estos, nos durarán más tiempo y nos permitirán tener los ojos sanos.

Cuidados básicos de las lentillas

Para una buena conservación de las lentes de contacto, es fundamental limpiarlas con frecuencia. Antes de hacerlo, igualmente, debemos lavarnos las manos. Y, ya puestos a ello, tenemos que utilizar una solución líquida específica, no solo agua.

En primer lugar, se introducen las lentillas en el líquido para desinfectarlas. De esta forma, se eliminan las bacterias y se evitan infecciones en los ojos. En segundo término, se recomienda volver a introducirlas en otro recipiente con la misma solución. Luego, como tercer paso, se frotan con mucha suavidad para secarlas. De lo contrario, podrían rasgarse y habría que cambiarlas. Es posible comprar lentillas baratas, pero no es cuestión de hacerlo cada poco tiempo.

Por otra parte, hay que usar una solución limpia cada vez que se laven. No se aconseja utilizarla para más de una limpieza. Además, con ella también se lava el estuche de las lentillas. Cuando no lo usemos, debemos colocarlo del revés en un sitio limpio y seco. Y se recomienda cambiarlo, al menos, cada tres meses. Por último, nunca debemos utilizar las lentillas después de que hayan alcanzado su fecha de caducidad.

Consejos para utilizar lentes de contacto

En primer lugar, si queremos usar lentillas, lo primero que debemos hacer es consultar y pedir orientación a un óptico titulado. Él nos dirá si nos convienen y, en caso afirmativo, cuáles nos harán mejor servicio según nuestra graduación de la vista.

Luego, a la hora de ponerlas, como decíamos, es imprescindible tener las manos limpias para evitar la transmisión de gérmenes a los ojos. También hay que asegurarse de que están del derecho. Para asegurarnos, podemos colocar una de ellas sobre el dedo y mirarla desde un lado. Si la lente forma una U simple, se encuentra en la posición correcta. En todo caso, ponerla al revés nos molestará, pero no producirá daño en el ojo.

Para poner la lentilla en el ojo, tenemos que colocarla en la punta del dedo índice o corazón. Con los de la otra mano, abriremos los párpados del ojo y miraremos hacia arriba o hacia delante para luego colocar la lentilla.

Seguidamente, cerraremos el ojo y lo moveremos varias veces haciendo un círculo completo. De esta forma, terminará de asentarse. Luego, parpadearemos y nos miraremos al espejo para asegurarnos de que la lentilla está centrada en el ojo.

En conclusión, las lentes de contacto son una herramienta que nos ayuda a ver mejor con toda comodidad. Pero hay que cuidarlas y ponerlas de forma correcta. Si no respetamos estas premisas, nuestra visión podría verse perjudicada.

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