En pleno proceso de tramitación y tras obtener de la Xunta la declaración de proyecto industrial estratégico que le permite agilizar los plazos, Cobre San Rafael presentó este jueves en Santiago su plan para reactivar la producción de cobre en una mina situada entre los ayuntamientos coruñeses de O Pino y Touro.
El acto reunió a unas 150 personas, entre vecinos de la comarca, perfiles del mundo empresarial y del ámbito académico, representantes de colegios profesionales y de organizaciones como la Confederación de Empresarios de Galicia, la Cámara Oficial Mineira, la Asociación Galega de Áridos, la patronal del metal Asime, o el Foro Económico de Galicia. También hubo representación de la Xunta y de los concellos de O Pino y Touro.
Con un mensaje de tranquilidad sobre la huella que dejará el aprovechamiento de este yacimiento y haciendo hincapié en la "oportunidad" económica y de empleo que puede suponer, los impulsores expusieron las claves de su plan y el retorno que estiman que tendrá para la zona y para Galicia.
La presentación corrió a cargo de Alberto Lavandeira, el CEO de Atalaya Mining, la multinacional especialista en minería metálica que es socia en este proyecto de Explotaciones Gallegas, la empresa que desde 1993 ha mantenido activa la concesión minera produciendo áridos.
El ingeniero de minas de O Carballiño puso de relieve que la producción "sostenible" de cobre en ese emplazamiento "puede generar un impacto económico total superior a los 2.500 millones" en Galicia. Las proyecciones apuntan a la generación de más de 400 empleos directos y la inversión prevista para poner en marcha el yacimiento ronda los 240 millones.
Convivencia y restauración
En cuanto al impacto en el entorno, los promotores inciden en que la actividad minera podrá convivir sin afectar al medio ambiente, la calidad de las aguas, las personas o la actividad agroganadera. Lavandeira trasladó a los asistentes las medidas adoptadas para minimizar la incidencia.
Y remarcó que el aprovechamiento minero irá acompañado de un plan de restauración ambiental. "A medida que producimos cobre, rehabilitamos el terreno dejándolo disponible para nuevos usos". La empresa rechaza, además, que la actividad vaya a tener afección en el Camino de Santiago.
Los promotores tuvieron que modificar su proyecto inicial, de 2017, tras obtener una declaración de impacto ambiental desfavorable por parte de la Xunta.
¿A dónde iría el cobre obtenido?
Si el proyecto supera todos los trámites para poder materializarse, el cobre obtenido se embarcaría en algunos de los puertos gallegos y se enviaría a fundiciones europeas. Huelva, Suecia y Alemania son las candidatas por proximidad, según explicó en una reciente entrevista con este diario el CEO de Atalaya Mining, Alberto Lavandeira, que destacó que se trata de un metal "estratégico" para la Unión Europea.
Entre 30.000 y 35.000 toneladas
Es la producción media anual de cobre prevista durante la vida útil de la mina, estimada en al menos 13 años. Los estudios de viabilidad apuntan a que la reserva contiene entre 90 y 120 millones de toneladas de mineral.
